Dentro de los productos para protección pasiva contra el fuego, están las puertas cortafuegos, indispensables a la hora de evitar la propagación del fuego.
Las puertas cortafuegos se colocan en tabiques que requieran un paso. Pero claro, si ese tabique tiene propiedades ignífugas y se instala para evitar la propagación del fuego, no podemos instalar una puerta estándar ya que dejaríamos un punto negro por el que se propagaría. No hay más remedio que instalar una puerta cortafuegos y así asegurar la integridad del sistema.
La normativa vigente expone que hay que instalar una puerta con una resistencia al fuego como mínimo de la mitad de lo que se exige al tabique, es decir, que si el tabique tiene un EI120 (Estabilidad ignífuga de 120 minutos), la puerta deberá ser como mínimo EI60. Esto se debe a que si un tabique tiene un EI120, cada lado del sistema soportará 60 minutos de fuego continuo, por lo que entonces no tiene sentido que una puerta deba soportar más tiempo que el tabique si recibirá el fuego por un sólo lado.
Estas puertas están realizadas en acero galvanizado, rellenas de lana de roca de alta densidad, y con marcos conformados en acero de alta densidad. Se sellan con juntas intumescentes en todo el perímetro y los accesorios de las puertas son todos homologados para cumplir la normativa vigente.
Se pueden servir puertas sencillas o dobles de más de 10 medidas diferentes, con dos tipos de resistencia al fuego, con barras antipánico, mirillas, vidrios, cierrapuertas, selectores de cierre y electroimanes, así que tenemos la puerta que buscas sí o sí.
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